Hoy en día las cerraduras y llaves son de los conjuntos mecánicos más utilizados por el hombre, el desarrollo se ha enfocado en la producción en serie, uso de mejores materiales y la complejidad de los mecanismos que convierta a las cerraduras en algo virtualmente inviolable.
Un mayor control en las herramientas profesionales del sector de la cerrajería es imprescindible.
Tal y como indica un artículo del diariodesevilla.es con un mayor control se podrían evitar robos como los que están ocurriendo actualmente en la capital andaluza, debido a que, como ocurre prácticamente en toda España, se observan bandas de delincuentes con conocimientos de cerrajería que les permiten entrar en los pisos sin forzar la cerradura.
Para los cerrajeros de Sevilla es básico, poder controlar el acceso y llevar un registro de las herramientas. Una solución sería que en útiles como lanzas térmicas o ganzúas se aplique un número de serie con el que se pueda identificar quien las ha comprado y quien las ha vendido. Además también sería importante controlar o restringir las compras vía online de este tipo de artículos.
Una teoría que lanzaba hace unos días José Antonio Diéguez, presidente de la asociación de cerrajeros profesionales Cerracor y vocal en Andalucía de la UCES, es que los bancos contratan a empresas de servicios para limpiar las viviendas desahuciadas y les obligan a realizar trabajos de cerrajería para ahorrar costes. Estas empresas forman a un grupo de sus empleados durante 2 o 3 días en labores de cerrajería. Al poco tiempo el banco puede cambiar de empresa, la que realizaría los mismos pasos. En definitiva algunas de esas personas pueden, en un futuro, utilizar todo esos conocimientos con fines ilícitos. Esto no quita que cualquier persona que lo desee pueda formarse con un curso de cerrajería básica, sin tener que acceder a esta formación provista por estas empresas privadas.
Estos cursos de cerrajería básica, para cerrajería urgente…etc., son principalmente para abrir puertas con cerraduras muy sencillas, cosa que en Sevilla la mayoría de los cierres no tienen unas medidas de seguridad muy desarrolladas, siendo posible realizar técnicas como el bumping (abrir una cerradura introduciendo una llave y golpeándola hasta hacerla saltar sin forzarla).
La solución a estos incipientes problemas esta al alcance de cualquier ciudadano, se trata de que los ladrones tengan que emplear el mayor tiempo y ruido posible para abrir tu puerta y opten por otras más fáciles. Además Diéguez apunta que se debería imponer una serie de condiciones para pertenecer a esta profesión, como no permitir el acceso a personas con antecedentes penales o proveer de seguros de responsabilidad civil a los cerrajeros en Sevilla y/o para cubrir posibles daños que se puedan causar en el desarrollo de la actividad.